Lirios blancos con pies de pato,
olor a otoño y a rocío,
la navaja gris de un cielo,
el último cielo, el último viaje.
Con las manos vacías y los pies descalzos,
entre reyes y jilgueros,
caminaré sonámbula hacia un muro de cemento.
Mis pasos durarán lo que duren tus recuerdos.
Cuando tú también despiertes
del suspiro del sueño
correremos juntos
sobre las copas de los árboles.