Dicen los poetas que nieva en el infierno y que no hay caldera ni leña que pueda asfixiar el frío del alma.
Sueñan los artistas con luces de neón y besos de alas de luciérnaga mientras corren sin mirar adonde pisan
y pisan flores que nunca más regalarán sus pétalos al viento.
Dicen los poetas que hay que vengar los pétalos perdidos.
Volverán entonces almas negras, dirán que no sabían dónde pisaban.
Hablarán más tarde las manos limpias, dirán que no vieron la flor destrozada.
Creerán los ingenuos que todo se cura, que todos se beben el agua más pura.
Perdonarán los ingenuos que mueran las flores y tiemble el infierno.
Decid a los poetas que no duerman hasta que todos los pétalos lleguen a su destino.
Decid a los poetas que la nieve arde en el infierno.